El video, que se presenta con una estética cinematográfica, está impregnado de las emociones más profundas de la artista. Vestida completamente de negro, simboliza el duelo por una relación que marcó su vida. “Se nos rompió el amor a mitad de camino”, entona en una letra que habla de lo genuino y la decepción. Con cada nota, Shakira narra su proceso de sanación, un viaje que comenzó en un momento de “carne viva”, donde lidiaba con situaciones personales complejas.