La relación entre los príncipes y sus abuelos maternos, Carole y Michael Middleton, es notablemente cercana. Estos han estado presentes en momentos importantes de la vida de los niños, lo que ha fomentado un vínculo afectuoso. En contraste, la conexión de los pequeños con Camila se percibe más formal y distante. A pesar de su deseo de ser una abuela cariñosa, su rol parece estar limitado por las exigencias del protocolo y las dinámicas familiares complejas.