Cory Monteith, estrella de “Glee”, también vivió el peso de la fama. Su vida estuvo marcada por la adicción, que comenzó en la adolescencia y culminó en su trágica muerte en 2013. Su historia resuena como un recordatorio de los peligros de la fama y la presión constante de la industria. Whitney Houston, conocida como “la voz”, enfrentó sus propios demonios a pesar de su talento incomparable. Su lucha contra la adicción la llevó a una caída trágica que dejó una huella imborrable en la música.