Actores icónicos como Tim Curry, quien en 2012 sufrió un derrame cerebral que afectó su movilidad y comunicación, continúan desafiando las adversidades. Aunque su condición le impidió actuar como antes, encontró un nuevo camino en el mundo del doblaje, demostrando que el talento puede adaptarse a las circunstancias. Neil Diamond, por su parte, se retiró de los escenarios tras ser diagnosticado con Parkinson, pero sigue creando música, dejando un legado que trasciende su presencia en vivo.