La controvertida elección de Guillermo de no renovar el contrato de su tía política, Anabel Elliot, como asesora de diseño del Ducado de Cornualles ha generado un fuerte revuelo. Anabel había trabajado durante casi dos décadas en la gestión de propiedades del ducado, un patrimonio que genera ingresos anuales estimados en más de 20 millones de libras. La decisión, justificada por Guillermo como parte de su visión de modernización y transparencia, fue recibida con descontento por Camilla, quien no pudo ocultar su tristeza por la destitución de su hermana.