Sarah Wilson, de 78 años, y su perro policía retirado, Rex, sufrieron un intento de robo en su casa de Maple Street. Rex, un pastor alemán, era anteriormente un agente K9 con entrenamiento especializado, retirado debido a una lesión en la pierna sufrida durante una redada de drogas.
La policía local había advertido sobre un aumento de robos contra residentes mayores, lo que generó preocupación por la seguridad de Sarah. Dos hombres intentaron entrar en la casa de Sarah, reconociendo a Rex como el perro policía involucrado en un importante caso de tráfico de drogas.
Durante el robo, Rex demostró su entrenamiento al defender eficazmente a Sarah, evitando que los intrusos le hicieran daño. Los intrusos estaban vinculados a una organización de drogas que anteriormente había atacado al difunto esposo de Sarah, James, quien había ayudado a exponer sus operaciones.
Después del incidente, las autoridades locales aumentaron las patrullas en el área y la comunidad se unió en torno a Sarah y Rex, mejorando la seguridad del vecindario.